Los temas abordados en este programa son los transtornos alimentarios como la obesidad o la anorexia. También se reflexiona sobre el malgasto que, en ocasiones, hacemos en la cesta de la compra.
Obesidad:
Es un problema muy grave que se ha desarrollado hace unos años y que actualmente afecta al 20 % de la población joven en España.
España es uno de los países con mayores tasas obesidad del mundo y, especialmente, de Europa.
Es destacable la problemática de la cada vez más popular comida basura, que se contrapone a la tradicional y saludable dieta mediterránea.
Factores condicionantes del aumento o auge de la obesidad:
Desde pequeñ@s se viene produciendo entre las nuevas generaciones un rechazo a comidas típicas/saludables tales como lentejas y potajes frente a comidas más “atractivas” como un plato de patatas fritas con filete
También influye que el tiempo que disponemos para comer es menor ( tiramos de congelados por rapidez y también por temas económicos : su precio es más barato). Esto último se ha acentuado por la crisis económica que vivimos actualmente
Por supuesto, otro factor clave sería el sedentarismo que propicia la aparición de la obesidad infantil y, a su vez, está relacionado con el desarrollo de las nuevas tecnologías en detrimento de juegos o actividades físicas tradicionales
Otro factor sería la comodidad : es más barato y cómodo comer en restaurantes de comida rápida que comprar en un supermercado, tener que cocinar y limpiar.
Problemas de trastornos alimentarios:
Está causado por la aparición de cánones de belleza muy artificiales y prácticamente inalcanzables, de una delgadez a veces extrema.
Importancia de estos problemas en el ámbito familiar y obviamente en la salud de el/la afectad@.
Malgasto de alimentos
Este tema ha sufrido un cambio radical desde la postguerra, antiguamente no se realizaba esta práctica porque no había tan siquiera tanto alimento como para desperdiciarlos.
Dato: 76 kg de alimentos tirado a la basura por año y familia (entendiendo por familia un “grupo” de 2’7 miembros).
Esto nos conduce a una reflexión: el contraste entre el desperdicio y la infravaloración que se da en los países ricos (occidentales o desarrollados) en relación con la comida, frente a aquellos países pobres que sufren verdaderos problemas de abastecimiento alimentario y hambre.
CONCLUSIONES
El papel esencial que tienen los educadores y padres para poder cambiar esta situación.
La influencia de la globalización: pérdida de antiguas y sanas prácticas de alimentación.